No, no que no abandono el blog sino que parece que lo tenga abandonado. Después de esos 15 días de frenesí de «vacaciones» en los cuales no pude parar a descansar ni un minuto, la vuelta me ha deparado una vida aun más ajetreada. Me han hecho indefinido en la empresa con lo cual he pasado de trabajar 6 a 8 horas en jornada partida. Estamos de obra en casa y para colmo después de entregarle el piso a mi hermano, este tambien se metió en obras. Los fines de semana me los paso en casa de mi hermano de peón de albañil y los días entre semana entre casa con Dani y el trabajo. Es un sin parar pero… que el ritmo no pare!!! Si el ritmo no para no tengo tiempo ni para pensar en esas cosas que me rondan la cabeza y que no puedo olvidar por más que lo intente enterrar en un rincón del olvido. No penseis que me olvidé de vosotros, que sigo aquí y muy vivo 😉
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